La Campaña Contra el Cuarto Cinturón anuncia nuevas movilizaciones a partir de octubre
La Campaña Contra el Cuarto Cinturón anunció esta tarde nuevas movilizaciones a partir de octubre ante la aprobación, por parte del Consejo de Ministros del viernes 8 de septiembre, de la licitación del tramo Olesa-Viladecavalls.
Los representantes de la campaña, que agrupa cerca de 300 entidades, sienten que desde la administración les han "tomado el pelo" porque llevaban muchos años de trabajo convenciendo a los estamentos técnicos y diseñando alternativas sólidas para la mejora de la movilidad en la Región Metropolitana.
La Campaña Contra el Cuarto Cinturón considera que han comenzado el tramo licitado porque era el menos habitado y el más fácil de hacer pero consideran que "la obra no tiene sentido". Jordi Asensi, miembro de la iniciativa afirmó que "el modelo de movilidad de las personas y las mercancías, que desde la Generalitat se está planteando, es que sea a través de los coches y camiones y en ningún caso a través del transporte público".
Asensi indicó que "es necesario aprovechar las infraestructuras actuales, si es necesario se amplían, pero no hacer nuevas" y añadió que "se tiene que el crecimiento urbanístico y las nuevas carreteras potencian esta política basada en el cemento que es totalmente innecesaria, insostenible y que sólo beneficia a determinados sectores empresariales, bancarios e inmobiliarios y que está haciendo mucho mal a la sociedad catalana".
La Campaña Contra el Cuarto Cinturón considera que han comenzado el tramo licitado porque era el menos habitado y el más fácil de hacer pero consideran que "la obra no tiene sentido". Jordi Asensi, miembro de la iniciativa afirmó que "el modelo de movilidad de las personas y las mercancías, que desde la Generalitat se está planteando, es que sea a través de los coches y camiones y en ningún caso a través del transporte público".
Asensi indicó que "es necesario aprovechar las infraestructuras actuales, si es necesario se amplían, pero no hacer nuevas" y añadió que "se tiene que el crecimiento urbanístico y las nuevas carreteras potencian esta política basada en el cemento que es totalmente innecesaria, insostenible y que sólo beneficia a determinados sectores empresariales, bancarios e inmobiliarios y que está haciendo mucho mal a la sociedad catalana".
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